Una obra con raíces en el esfuerzo comunitario

Por Rubén Pron.

La repavimentación del bulevar Eva Perón, prevista para hoy (Viernes 29), retrotrae a la obra original, llevada a cabo por la Asociación Vecinal Barrio Tais, una institución creada a principios de la década del 80 como continuadora de la Asociación Amigos del Ferrocarril para ampliar los propósitos de aquélla y brindar a la hoy ciudad un nuevo enlace con la ruta 13 en un sector loteado unos pocos años antes donde recién se comenzaba a perfilar el área residencial que hoy exhibe.

El entonces denominado bulevar Victoria sólo estaba pavimentado entre la avenida Libertad y la calle Belgrano, y desde 1971, cuando se puso en venta en loteo La Chaparrita delimitado por las calles Río Negro, Viena y General Mitre, había sido prolongado hasta la ruta 13.

Esta habilitación inició el poblamiento de un área que hasta entonces había estado ocupada por un tambo y otros baldíos y los integrantes de Amigos de la Estación, que impulsaban la ubicación de la terminal de ómnibus de la que carecía el pueblo en un predio contiguo al de la parada ferroviaria, comenzaron a idear la pavimentación de las cuadras restantes para favorecer el acceso del transporte interurbano y satisfacer las necesidades de los nuevos residentes del sector.

Con ese objetivo central, y el declarado propósito de fomentar «la ayuda mutua para el progreso del barrio, la salud, la cultura y el deporte», la Vecinal Barrio Tais quedó constituida formalmente el 4 de abril de 1984.

Para entonces ya había convenido con el flamante presidente comunal Ángel Mateo Rossi el aporte que por los terrenos que poseía sobre la traza debía realizar el municipio, acordándose que fuera en materiales.

Otros insumos necesarios como arena de la costa del río Coronda, escoria de los hornos de San Nicolás y piedra de rezago de las canteras de Córdoba en las que el ferrocarril se proveía de balasto se obtuvieron con activas gestiones ante distintas instituciones públicas y privadas y se trajeron a la localidad con fletes donados por la empresa ferroviaria y, sobre todo, por camiones de la Dirección Provincial de Vialidad, organismo que también colaboró con el asesoramiento técnico para la ejecución de la obra.

Lo demás fue organización y esfuerzo a fin de reunir los fondos necesarios para llevar a cabo el emprendimiento: picadas de autos, cachapés y motos en el circuito Juan B. Miles del barrio Passo, cenas de fin de año a lo largo de la cuadra entre avenida Libertad y Colón y otras actividades apuntadas al objetivo propuesto. Hasta el Aero Club El Trébol puso a disposición sus aviones para vuelos de bautismo cuyo producido iría a la obra.

En septiembre de 1985 la Inspección General de Personas Jurídicas de Fiscalía de Estado aprobó los estatutos, otorgó personería y autorizó el funcionamiento de la Vecinal, con lo que el proyecto pudo ser llevado a la práctica con el trabajo voluntario de los vecinos, la colaboración del municipio con las máquinas necesarias y el aporte de la DPV con asesoramiento y equipos merced a la buena disposición del subadministrador provincial, ingeniero Carlos Fiocca, y el jefe de la Zona V, Adolfo Fernández.

La pavimentación de las siete cuadras que van desde la calle Belgrano hasta la ruta 13 fue inaugurada el 30 de agosto de 1986 en ocasión de la visita que efectuara ese día a la ciudad el gobernador José María Vernet para habilitar la Estación Repetidora de TV instalada en aquellos años.

Hoy, cuando se dé por inaugurada la repavimentación del bulevar Eva Perón, convendría recordar a aquellos que soñaron y llevaron a cabo la obra que, cumplida su vida útil, acaba de ser reemplazada.

Entre ellos están los que fueron los miembros de la primera comisión y entusiastas colaboradores de la Asociación Vecinal Tais: Eusebio Romero (su primer presidente), Dante Ghiano, Febo Carpegna, Alejandro Ghisolfi, Gerardo Burga, Eugenio Franco, Carlos Belletti, Oscar Pierini, Eduardo Rossi, Elvio Dosso, Esteban Franicevich, Francisco Noni, Luis Basáez, Marcelo Pistarelli, Aldibio Bianchi, Celestino Torre, Enrique Perazzi, Ricardo López de la Torre y Elevio Moresco, quienes supieron, con iniciativa propia y espíritu comunitario, concretar una obra en beneficio de toda la ciudad, no sólo del sector en que se halla ubicada.

Muchos de ellos ya no están con nosotros pero, en los que quedan, el municipio y toda la comunidad harían un acto de justicia exaltando la voluntad de los vecinos que sueñan, piensan y actúan sin especulación alguna por el bien de todos.